Al finalizar el primer cuarto de siglo, Chile se encuentra en el dilema de continuar con un proceso de cambio que le permita el desarrollo, junto con avanzar en las respuestas a la crisis climática, a los problemas de seguridad y a las desigualdades e injusticias sociales en sus diversas dimensiones. O de vivir un retroceso en todos estos aspectos. Esto es lo que está en juego en el hito político principal de 2025 que serán las elecciones presidenciales y parlamentarias en que se enfrentarán nuevamente el progresismo y la izquierda, por un lado, lo que exige su unidad programática, y una derecha en que los sectores más duros tenderán a imponer su programa. Este hito tiene lugar en uno de los momentos más críticos de la sociedad chilena marcado por la creciente distancia entre el mundo social y el mundo político, y por la desesperanza en el futuro de la gran mayoría. De modo que el desafío que enfrentan los sectores progresistas y de izquierda, los únicos que pueden ofrecer un proceso de cambio y de profundización democrática, es plantear un horizonte para el conjunto de la sociedad al mismo tiempo que una respuesta efectiva a las demandas más acuciantes de la población.
Fuente: Emol.com, 01 de enero de 2025.