La figura de Humberto Maturana marca un antes y un después en el desarrollo científico e intelectual chilenos , y en el campo científico no solo chileno. Ello al menos en cuatro dimensiones, Por un lado, su teoría desde la biología sobre la vida y la producción de seres vivos introduce un nuevo paradigma en su propia disciplina que marcará desarrollos futuros, en lo que cabe mencionar la colaboración de Francisco Varela.
En segundo lugar la influencia de este pensamiento en las otras ciencias sociales, por ejemplo en ciertos campos de la sociología entre otros, y el aporte al estudio de fenómenos propiamente sociales como el amor, la educación o la democracia, y muchos otros. Si bien hay que cuidarse de caer en el determinismo biológico, la comprensión de la especificidad de estos fenómenos debe estar atenta a lo que aportan todas las disciplinas y Maturana hizo una muy importante contribución a ello.
En tercer lugar, el desarrollo de la ciencia en Chile, su divulgación, su presencia en la vida pública, la importancia que le dan otros actores sociales, la preocupación del Estado por ella, deben mucho a la figura y obra de Maturana. Por último, los temas de debate público de las últimas décadas en Chile, contaron siempre con su visión fundada en sus conocimientos e investigaciones pero proyectadas mucho más allá del campo especializado. Maturana pasó a ser el prototipo de lo que se ha llamado el intelectual público y un referente indispensable de cualquier debate sobre nuestra sociedad y. sus problemas y sus perspectivas.